Hace siete años llegué a España a pasar unas "lindas vacaciones", pensaba quedarme un mes más o menos y luego volver a la Argentina a seguir con mi trabajo y mis cosas.
Era la primera vez que viajaba sola, aunque venía a visitar a mi primo, la verdad es que sentía un vértigo terrible. Sabía que la gente era muy amable por estos lares pero la sola idea de no poder compartir mis vivencias me daba cierta sensación de vacío.
De esta manera llegué a Madrid luego de 12 horas y pico de viaje. Sabía que tenía que ir hasta la estación de autobuses para coger uno a Zaragoza, asi que me dispuse a leer carteles indicadores buscando el logotipo del metro para poder llegar a la terminal. En esos momentos recordé lo que siempre me dice mi padre: "Lorena, los turistas son los que mejor se orientan en la ciudad. ¿Sabes por qué? Porque leen los carteles indicadores."
Una vez en el autobús, lleno de gente, comencé a observar la ciudad a través de la ventanilla. Escuchaba como hablaba la gente y me costaba entenderlos, no tenía muy acostumbrado el oído, si bien en Argentina hay muchísimos españoles y la mayoría no han perdido el acento, me costaba entenderlos cuando hablaban muy rápido.
Llegué a Zaragoza de noche, parecía una ciudad fantasma, en la calle no había ni un alma. Al bajar del autobús me dí cuenta que mi primo no había llegado a recogerme. Oh Oh ¿Y ahora que hago?, decidí quedarme en la estación de autobuses de Zaragoza a esperar... A los cinco minutos (¡Gracias a Dios!) apareció mi primo.
A los cuatro días de estar en Zaragoza llegó el Año Nuevo y con él "una gran sorpresa". Luego de brindar y festejar entre los familiares allí presentes, partimos con mi primo hacia la casa de un amigo en donde había una fiesta. Y miren como son las cosas que fue allí en la casa de ese amigo donde conocí a quien sería mi futuro esposo...
Pensar que sólo eran unas vacaciones en España, lo que es la vida ¿no?
1 comentario:
Lore, tu relato me hizo lagrimear, recuerdo que insistimos tanto para que viajaras!...solo me reconforta saber que estás bien y que ahí hay gente que te quiere mucho, que hacés tu trabajo con amor y que tenés oportunidades de emprender cosas.(Esas empresas locas tuyas)
Se te extraña Lo.
Te quiero.
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